martes, 28 de diciembre de 2010

La cacería

Son de sombras, son de miles de estrellas
en esta noche la miel te babosea
y la hiel te emborracha con la máscara de lo invisible.
Sonríen, huyen y esperan…
Esperan que los persigas, como un cazador rabioso.
Pero no te excita la sangre de la caza,
no sos un depredador y tus colmillos no están afilados,
tu escopeta no conoce el ataque y tu olfato no huele
el miedo del lobo.
Pero un lobo es demasiada carne y vos sos uno solo …
quizás un conejo blanco, suave y tierno,
logre calmar esta noche tu hambre.






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